Rezar juntos

La oración es una garantía para la unión familiar. La famosa frase del sacerdote  Patrick Peyton: “Familia que reza unida, permanece unida”, siempre será actual, y debe llevarnos a una reflexión profunda. Muchos problemas que actualmente sufre la sociedad, son producidos porque el hombre se aparta de Dios.

Cada vez nos resulta más común escuchar a los chicos que refieren que no van a Misa los domingos. Que sus padres no los llevan; y a pesar de que se dice que si les resulta complicado asistir ese día, lo pueden hacer el sábado, a partir de las 12 del día, el resultado es el mismo: no frecuentan el Sacramento.

Si conociéramos de verdad lo que significa rezar un Rosario, visitar al Santísimo, acudir a la Confesión frecuente, levantarnos y acostarnos con una oración ofrecida con cariño al Señor, y otras pequeñas devociones, seguramente nuestra vida tendría otro sentido.

El 8 de septiembre recordamos el nacimiento de la Virgen, una de las fiestas litúrgicas más importantes de la Iglesia. Que este mes, que trae una fecha tan significativa para todos los cristianos, sea el inicio de un verdadero cambio en nuestros corazones. Que nos acerquemos, con toda la familia, al hogar de Nazaret, donde se respiraba alegría por todos los rincones, y donde la oración era parte de la vida diaria de Jesús, María y José.

Saludos,                                                                                  

Departamento de Familia