Siempre, pero principalmente en los actuales momentos, en que las ideologías negativas se quieren imponer en los niños, en escuelas y medios de comunicación, la presencia del papá se hace tan necesaria, en la relación con sus hijos.
El papá debe brindar seguridad, respaldo, confianza, tranquilidad, identificación con su propia masculinidad, en los varones. En el caso de las niñas, influir en su nivel de autoestima, apoyo, decisión; en mostrarles mediante su comportamiento, la manera en que un chico o un hombre deben tratarlas.
Y esto, independientemente de que viva o no en la casa, por motivos de separación. A los hijos no se los puede separar espiritualmente nunca, de la vida de los papás.
Llamarlos o escribirles, cuando no se puede estar físicamente con ellos, está a la mano. Durante la semana, o sábados y domingos, su presencia no puede faltar, como no puede faltar su asistencia a los eventos científicos, culturales, o deportivos en que participen.
La visión del papá y sus comentarios, ayudan a que los hijos se propongan lo que pueden lograr; y en el caso de las niñas, con respecto a su sexualidad, que su cuerpo debe ser respetado por otros, porque su papá así lo hizo con ellas, y así les enseñó.
Así que, ánimo. A los hijos no los podemos abandonar. Ya nos tocará el día en que los dejaremos físicamente,… con la alegría de haber cumplido con nuestro deber de papás.
Saludos,
Departamento de Familia