¿Cuál ha sido la mayor preocupación en esta pandemia? Indudablemente, la salud. Para esto hemos tomado muchas medidas, y hemos repetido a nuestros hijos, todo lo referente a las normas de bioseguridad. Pero, ¿nos hemos preocupado por lo que ocurre dentro de ellos? ¿En su alma?
Ocuparse de desarrollar la vida sobrenatural de los hijos, nos hace recordar las palabras del Concilio Vaticano II: “Los padres, tanto con la palabra como con el ejemplo, tienen que ser para sus hijos los primeros educadores de la fe”. Los padres, son los primeros responsables del alma de sus hijos. Y para lograr esto, deben ser también padres piadosos.
Alfonso Aguiló nos dice que “la solución a tantos males que aquejan al mundo está, en gran medida, en manos de las familias: si se esfuerzan con verdadero afán misionero y apostólico en dar a sus hijos una buena educación cristiana, y procuran ensanchar su corazón con las Obras de Misericordia, creando en torno a sí un ambiente de sobriedad y de trabajo, entonces sembrarán en su alma ideales de santidad, y surgirán así quienes regeneren la sociedad de todos esos males”.
Saludos,
Departamento de Familia