Siembra a María en tu corazón

Sembrar requiere de fe y de paciencia, necesita de nuestro cuidado para que dé frutos. Jesús nos entregó a su Madre para que sea también Madre nuestra y quiere que la amemos como Él la ama.

Sembrar a María en nuestro corazón significa cultivar una relación diaria con ella, confiar en sus cuidados y en su intercesión, meditar sus virtudes para imitarla. María es nuestra Madre amorosa, que nos acerca a Jesús, nos conduce y nos ayuda a vivir conforme a sus enseñanzas. Lo que empieza con una sincera devoción a María se va transformando en una vida llena de Dios, donde Jesús es el centro y fuente de nuestra alegría y esperanza.

Ayer la Iglesia celebró la Natividad de María, y quizá muchos de nosotros la festejamos en casa, rezando juntos, yendo a Misa, comiendo un postre en familia, eso es bueno. Si amamos a María, amamos a Jesús. Cultivemos nuestro amor con pequeños detalles de cariño: mirando su imagen, diciendo una jaculatoria, rezando tres Avemarías en la noche, rezando el Rosario.

La vida es un corto viaje, y de la mano de nuestra Madre, llegaremos a puerto seguro. Siembra a María en tu corazón y cosecharás a Jesús en tu vida.

Departamento de Familia