Llamados a dar

Un domingo especial: hemos encendido nuestra segunda vela de adviento y celebrado la fiesta de la Inmaculada Concepción. Un inicio de semana muy bendecido.  María es portadora del Gran Regalo, nos entrega a Jesús y nos guía con su ejemplo hacia Él. Dios la elige para que, por medio de ella, el mundo se llene de luz. Benedicto XVI comentaba en una ocasión: “El misterio de la Inmaculada Concepción es fuente de luz interior, de esperanza y de consuelo”.

María desde su pureza y humildad, nos enseña a vivir este tiempo de Adviento preguntándonos: ¿Qué podemos ofrecerte Señor? ¿Qué tenemos que pueda agradarte? Podríamos empezar entregándole nuestra confianza, creyendo en que Dios tiene para nosotros un plan perfecto.

En esta semana, tomémonos un tiempo para mirarlo más, hablarle más, confiar más en Él. Preparémonos para darle lo mejor que tenemos y lo que Jesús espera: nuestro corazón.

Departamento de Familia