¿Cómo andamos de estrellas?

Una estrella guio a tres sabios desde Oriente. Ellos partieron en busca de un Rey para adorarlo; llevaban regalos, pero, sobre todo, iban llenos de ilusión por ese gran encuentro. La estrella simboliza no solo una guía en el camino, sino también la meta: Jesús.

Nosotros también tenemos nuestra estrella. Algunas veces la encontramos brillando dentro de nosotros:  son esas inspiraciones, esos deseos de amar, de servir y de hacer el bien. En otras ocasiones, la vemos desde fuera, en personas que son un ejemplo de vida y nos motivan a acercarnos más a ese pequeño Niño.

También podemos ver brillar nuestra estrella en las circunstancias de nuestra vida: en los momentos de alegría y de éxito e incluso en las dificultades. Por ejemplo, si tenemos problemas económicos, nuestra estrella nos invita a unirnos más, a apoyarnos unos a otros para juntos superarlos. O si estamos alejados de alguien, la estrella nos invita al perdón. En la unión y el perdón encontramos a Dios.

Que el miedo, la comodidad, el rencor, no apaguen nuestra estrella. Que el deseo de encontrarnos con Dios sea tan grande que supere cualquier obstáculo, que persevere en el tiempo y triunfe en la oscuridad. Que no perdamos la ilusión de llegar hasta el Rey para adorarlo, para besarlo, para escuchar su Palabra, para caminar a su lado, para subir con Él al Calvario y abrazar la Cruz.

Preguntémonos: ¿Cómo andamos de estrellas?

Departamento de Familia