Estamos llamados a ser luz en un mundo hostil y egoísta, y aunque no sea fácil, esto sí es posible, porque la fuente de luz está entre nosotros. El Papa Pablo VI decía que la forma más eficaz de crecer en santidad es el tiempo que se pasa con Jesús en el Santísimo Sacramento.
Santa Teresita del Niño Jesús, reconocida como una gran santa, murió a los veinticuatro años. A menudo se sentía desanimada cada vez que se quedaba dormida en la visita al Santísimo. Pero, Jesús, un día, le preguntó si recordaba lo que su padre le decía cuando se quedaba dormida en su regazo. Y ella le contestó: que él disfrutaba tanto cuando ella se dormía como cuando estaba despierta hablando con él. Entonces, Jesús replicó: “Lo mismo pasa contigo”.
Así, como no se puede salir en medio de una tormenta sin mojarse, tampoco se puede estar en presencia de Dios sin empaparse espiritualmente y crecer en la Santidad del Señor.
Visitemos a Jesús Sacramentado, si no sabemos qué decir, simplemente mirémoslo, y si nos quedamos dormidos, dejémonos llevar y permitamos que Él nos arrulle. Porque el tiempo más seguro para crecer en santidad, es estar en su presencia.