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¡Así de simple!

Cuando vemos que las cosas no van bien, cuando no hay paz en nuestro hogar, cuando nos cuesta relacionarnos con los demás y vivir una vida serena, nos damos cuenta de que algo nos falta.

Miramos alrededor y llegamos a pensar que todo sería diferente si tuviéramos un mejor sueldo, más salud, más descanso y momentos de recreación. O quizá creemos que nos hace falta viajar o pasar más tiempo en una casa cómoda a la orilla del mar.  Algunos podrían pensar que si tuvieran menos responsabilidades llevarían una vida mejor, pues tendrían tiempo para ellos.  Sin embargo, hay muchos que tienen buen sueldo, son deportistas, descansan y viajan y aun así todavía les falta algo.

No importa con quién ni dónde vivamos. La paz en nuestro hogar, la serenidad ante las dificultades y la alegría y confianza frente a situaciones que tememos comienzan en nuestro interior.

Estamos cerca de terminar estos 40 días de Cuaresma. Hemos recibido la invitación a transformar nuestras vidas, a dejarnos llenar del amor de Dios, ¿cómo nos va en este camino de conversión?  No importa lo que tengamos, porque solo Dios basta. ¡Así de simple!

Departamento de Familia