Dios está siempre a nuestro lado; en los buenos momentos, y en los que no lo son. Sólo con elevar nuestra vista al Cielo, ya está con nosotros; y si a eso le añadimos una oración llena de fe, mucho mejor.
El Señor siempre responde, siempre. Para escucharlo, tenemos que afinar nuestro espíritu; tenemos que estar atentos. Interviene, a través de una mano amiga; de una palabra de aliento; de una oración compartida, y de un sinnúmero de muestras de aprecio, que nos hacen sentir reconfortados. También lo hace, con milagros maravillosos.
Estamos preparándonos para la Navidad. Pidámosle al Señor que esté a nuestro lado. Que nos acompañe hasta llegar al pesebre, donde adoraremos al Jesús-Niño, como lo hicieron los pastores, como lo hicieron los Reyes Magos.
Recordemos: Él está junto a nosotros…, siempre.
Saludos,
Departamento de Familia