En poco tiempo estaremos en la Navidad. Los días han pasado volando. De los propósitos que hicimos para el 2017, muchos se habrán cumplido, otros todavía están esperando, y algunos finalmente no alcanzaremos a realizarlos.
Lo importante en todo caso, es el esfuerzo que hayamos puesto para conseguir esos objetivos. La perseverancia, la fortaleza, el orden, la responsabilidad, la generosidad,… Todas estas virtudes, son importantes para lograr los fines que nos trazamos para que este año fuera diferente a los demás.
Pero,… ¿ya estamos pensando en el 2018? Será nuestro vigésimo quinto año lectivo, y tenemos muchos proyectos académicos, culturales, sociales, deportivos,… La experiencia vivida en estos años, nos convierte en un Colegio que se ha cimentado en la entrega de todos: Padres, Profesores, Personal Administrativo, de Mantenimiento y Servicios, Directivos y Alumnos.
Y usted, ¿qué metas tiene para el próximo año? ¿Qué le ofrecerá a su familia: a su cónyuge y a sus hijos? ¿Pondrá más esfuerzo y dedicación en su trabajo? ¿Se acercará más a Dios, y a todos los medios que Él nos brinda, para que seamos verdaderamente hijos suyos?
Seguramente, ya ha colocado en un lugar importante de su casa, el árbol de Navidad y el Nacimiento. Trate de darse tiempo, todos los días, para sentarse junto a ese Belén simbólico. Piense que es un pastor más, un transeúnte que se dirige al pesebre donde lo esperan el Niño, María y José. Y haga oración. Una oración callada, optimista y confiada en que el Señor obrará milagros en su vida, si usted le abre totalmente las puertas de su corazón.
Que no sea un año más que pasa, y otro más que viene. Que sea tiempo de verdadera transformación para su espíritu. Para lograrlo, basta que usted diga: “Yo quiero, yo puedo, yo voy a conseguirlo”. Vamos a intentarlo,… desde hoy mismo.
Saludos,
Departamento de Familia