Adviento… una nueva forma de vivir

Se acerca el día, pronto nacerá Jesús, y me pregunto: Madre mía, ¿estás nerviosa? ¿Tienes todo listo? La cuna hecha por José, la ropita cosida por ti, seguro todo estaba dispuesto. Pero, quién iba a pensar que tendrían que salir de casa y viajar a Belén. ¿Habrá sido casualidad? No, todo es parte de la Providencia Divina.  Su “sí” de la Anunciación estaba poniéndose a prueba.

Empieza a oscurecer y no encuentran lugar. ¿Cómo haces para estar tranquila?  La cunita se transformó en un pesebre y los pañalitos en el aliento de una mula y un buey. Y tú seguro sonreías y agradecías por tener un lugar dónde recibir a tu Hijo.

¿Qué nos quieres enseñar Niñito Jesús en esta Navidad?  ¿A confiar más en ti?  ¿A soltar nuestros planes para tomar los tuyos? ¿Será que las cosas no nos salen bien, porque estamos caminando lejos de ti?

En este tiempo de Adviento, revisemos cómo hemos llevado nuestra vida. Puede producir angustia y pena reconocer el tiempo que hemos perdido, o lo que hemos hecho mal, pero el Niño Dios que está en el pesebre nos mira con ternura y nos alienta a seguir adelante. Nos pide que dejemos nuestros planes y sigamos los suyos.

El Adviento nos invita a hacer nuestra una nueva forma de vivir, recorriendo junto a María los días anteriores al nacimiento de Jesús, y así recibirlo con el mismo espíritu con el que ella lo hizo.

Mientras estemos en este mundo, la sabiduría y el amor de Dios redimirá lo que no hemos hecho bien y nos guiarán al camino estrecho que nos conduce a la Vida Eterna.

Saludos,

Departamento de Familia