Alegría y santidad

Monseñor Juan Larrea Holguín ha sido declarado por la Iglesia, Siervo de Dios. Es un paso previo a la Beatificación. Él fue Arzobispo de Guayaquil por 14 años. 

Si algo distinguió a Monseñor Larrea, entre otras cualidades, fue su alegría y optimismo, que lo hicieron poseedor de una simpatía notable. Y es que la persona santa no es un ser humano serio y apartado del mundo. 

Su gran inteligencia y su enorme espíritu de trabajo, se ven reflejados en tantas obras literarias y culturales, y en un enorme espíritu de trabajo que acompañaba a su afán apostólico por las almas. 

Fue un hombre sencillo, leal, prudente, dueño de una fortaleza que fue cultivándola día tras día. Su enseñanza doctrinal a través de múltiples medios para explicar la palabra de Dios de una manera amena y didáctica, ha influido enormemente en el espíritu de miles de personas que lo vimos, y escuchamos sus palabras. 

Acudamos con mucha confianza a su intercesión, para conseguir los favores que le pedimos al Señor. 

El día de hoy adjuntamos un video inédito, de una tertulia que tuvo con los estudiantes del Colegio Intisana, en el año 2004. Lo ponemos a su consideración.

Saludos,

Departamento de Familia