Desde el 8 de diciembre de 2020, hasta el 8 de diciembre de 2021, celebramos un año dedicado al Patrono de la Iglesia, San José, que si bien es cierto no fue el padre biológico, sí fue el padre adoptivo y protector de Jesús.
Esto debe constituirse en una gran alegría para todos los católicos, ya que dedicamos un tiempo especial a un padre amoroso y fiel como San José. Él amó a Jesús con verdadero corazón de padre. En los Evangelios leemos que a Nuestro Señor se lo conoce como “el hijo de José”.
San José enseñó a Jesús a caminar; en el pesebre de Belén fue quien lo cubrió con una frazada y lo cargó antes que nadie. San José estaba solo cuando dio a luz María. Él recibió a Jesús, y quizá fue quien le dio el primer beso al Niño Dios. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que San José es maestro de la ternura.
Pidamos a San José que cuide a nuestros hijos; que los guíe; que les conceda la gracia de la pureza; que los ayude a crecer en sabiduría y en amor a su hijo, Jesús.
Nunca olvidemos que la gran misión de San José fue custodiar a la Virgen y al Niño Jesús. Que sea también…, el custodio de nuestros hijos.
Saludos,
Departamento de Familia