Voces críticas han insistido en la necesidad de veedurías independientes, preferiblemente de ONGs internacionales como las Naciones Unidas, como respuesta a denuncias de presuntas violaciones de derechos y libertades del pueblo ruso por parte del actual gobierno. En este punto del análisis, y sobre todo tratándose de relaciones internacionales, el principio de soberanía nacional adquiere particular relevancia, pues de su interpretación y aplicación dependerá la posibilidad de ejercer presión significativa al régimen ruso para aceptar veedurías internacionales.
De acuerdo con el desarrollo del referido principio, aunque un Estado sea suscriptor de tratados internacionales (como la Carta de las Naciones Unidas, por ejemplo), el mismo es autónomo y se regula mediante su propia legislación y autoridades; ninguna organización internacional u otro estado, tiene derecho a inmiscuirse en sus asuntos internos. En consecuencia, mientras no exista certeza documentada de que un determinado gobierno represente una amenaza para sus ciudadanos, o viole sistemáticamente sus derechos y libertades, cualquier intervención de organismos internacionales u otros estados puede ser considerada como atentatoria a la soberanía nacional en cuestión.
Por ende, a pesar de que existe un sinnúmero de acusaciones en contra del presidente Putin y su gobierno, hasta el día de hoy ninguna de estas ha sido documentada de manera lo suficientemente contundente como para evidenciar la necesidad de adopción de medidas drásticas contra la Federación Rusa.
En conclusión, dado que los procesos están validados por la legislación local y que no existen en la actualidad evidencias para justificar una acción internacional, el gobierno de Vladimir Putin debe, desde un punto de vista legal, ser considerado legítimo, su proceso de reforma constitucional también, y no es pertinente plantear que se tomen medidas a nivel internacional.
El gobierno del presidente Putin es el de mayor duración en Rusia desde Iósif Stalin, y se encuentra rodeado de controversias, dudas, y sospechas. Aunque en la actualidad se pueda considerar como legítimo al mismo, cuando se trata de un gobierno de tal relevancia internacional y en una nación tan prominente como la rusa, la situación indudablemente estará en constante cambio, y la verdad podría verse alterada con cada nuevo amanecer.
Por Luis Ernesto Valverde
Recursos consultados:
- https://publicofficialsfinancialdisclosure.worldbank.org/sites/fdl/files/assets/law-library-files/Russian%20Federation_Constitution_1993_EN.pdf
- https://treaties.un.org/doc/publication/ctc/uncharter.pdf
- https://www.britannica.com/place/Russia/Government-and-society
- https://www.bbc.com/news/world-europe-53255964