Compartir…

… Con las familias de los amigos de nuestros hijos… A sus compañeros los invitamos, acuden y disfrutan. Se divierten cuando están en nuestras casas. Los conocemos, y los apreciamos.

Pero algunas veces, no tenemos la oportunidad de compartir, con las familias de los amigos que ellos frecuentan.

Y esto, es muy bueno hacerlo. Para conocerlos más; para aproximarnos más a ese entorno familiar, que de alguna manera está cercano a nosotros, por ese vínculo que se ha formado entre compañeros.

Escojamos un fin de semana, y armemos la reunión. Tal vez una comida, un paseo, o un viaje. Son oportunidades que debemos aprovechar. Luego, nuestros hijos crecen, y sus intereses serán otros. Y quizá nos habremos perdido la oportunidad de conocer y lograr que germine una gran amistad, con sus padres.

Que nuestro contacto con los familiares de los amigos de nuestros hijos, no sólo se dé por el celular. Que los conozcamos personalmente. Es una bonita forma de hacer un apostolado que une, y que muchas veces perdura, durante toda la vida.

Saludos,  

Departamento de Familia