Es grato constatar cómo está surgiendo un nuevo despertar… el del espíritu. Lo vemos sobre todo con los papás. Su asistencia a los diferentes eventos de carácter formativo, va en aumento. Antes era muy común ver a las mamás en este tipo de reuniones, pero ahora se ha tomado conciencia de la trascendencia del varón en la crianza de sus hijos, en la importancia de su presencia y de su ejemplo como colaborador fundamental en el hogar.
El colegio ofrece una serie de programas: de orientación familiar, círculos de formación doctrinal, retiros espirituales una vez al mes para papás, y se nota su presencia. Su concurrencia a las reuniones de Preceptorías ha crecido. También los hemos visto acudir muy puntuales a las entrevistas con el sacerdote, para hablar de las Primeras Comuniones y Confirmaciones.
Y ese espíritu también se lo ve en el acompañamiento de ellos a los diferentes eventos académicos, culturales y deportivos de sus hijos. Nuestro colegio se destaca en estas disciplinas gracias al esfuerzo de los alumnos, pero ellos necesitan del alimento espiritual que da la presencia, en esas actividades, de quien hace de cabeza de la familia.
El viernes último, el colegio consiguió un gran logro en el campo deportivo, y fue muy notoria la presencia de los papás, quienes alentaban permanentemente a sus hijos,… a nuestros alumnos. Ellos vivieron intensamente el partido. Sólo faltaba que ingresaran a la cancha a patear la pelota. Ganaron sus hijos y ganaron ellos, pues el recuerdo de: “mi papá estuvo presente en esa final que jugamos hace años”, no se borrará nunca.
Alentamos a los papás a que no olviden el rol tan importante que deben desempeñar en la educación de sus hijos. Que aprovechen todo lo que el colegio les brinda, para que puedan devolver todo lo que aprendan, con el cariño y dedicación que se merecen nuestros alumnos.
Saludos,
Departamento de Familia