Ábralo,… traiga a su memoria los más gratos instantes que ha pasado con sus hijos.
Y allí estarán probablemente guardados en su mente el día de su nacimiento; las fotos con su boca sin dientes; su entrada a un centro educativo; los concursos en los que participaron; los primeros logros académicos, culturales o deportivos; sus risas; su alegría; los videos de las fiestas de su infancia.
Cuántas lindas experiencias nos unen y fortalecen nuestros lazos familiares. Debemos aprovechar este baúl para que sigamos practicando esos detalles que vivíamos con cariño y entrega, y que los momentos que forjaron nuestro pasado nos despierten si acaso nuestra relación se ha enfriado.
No dejemos de asistir a los diversos eventos que el colegio organiza. En un abrir y cerrar de ojos nuestros hijos saldrán y nos habremos privado de asistir a sus presentaciones, que fueron tan importantes para ellos, pero que -por cualquier motivo- no pudimos disfrutarlas.
Termina el año lectivo y deberíamos preguntarnos qué hemos hecho con nuestro baúl. Sacar nuestros recuerdos, pero continuar llenándolo. Se vienen las vacaciones. Aprovechemos ese tiempo. Nuestros hijos nos esperan. Para pasear por la playa; para conversar; para compartir; o simplemente para acompañarlos,… para estar con ellos. El baúl de los recuerdos,… tiene mucho espacio para el 2018.
Saludos,
Departamento de Familia