El llamado

El Papa Francisco, en su Exhortación Apostólica “Gaudete et Exultate”, nos hace un llamado a la santidad en el mundo actual.

Nos dice: “En la carta a los Hebreos se mencionan distintos testimonios que nos animan a que «corramos, con constancia, en la carrera que nos toca» (12,1). Allí se habla de Abraham, de Sara, de Moisés, de Gedeón y de varios más (cf. 11,1-12,3) y sobre todo se nos invita a reconocer que tenemos «una nube tan ingente de testigos» (12,1) que nos alientan a no detenernos en el camino, nos estimulan a seguir caminando hacia la meta”.

Es una invitación a santificar nuestras actividades diarias; las situaciones corrientes que nos tocan vivir, y que debemos llevarlas con paz y alegría.

“No pensemos solo en los ya beatificados o canonizados. El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios, porque fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente», se lee en otro párrafo.

Algunas veces pensamos que es muy difícil ser santos. Que ese término sólo se puede aplicar a ciertas personas a quienes es imposible que entre el pecado. Y no es así, porque todos somos pecadores. Pero después de caer hay que levantarse, recordando lo que Jesús dijo a la mujer adúltera, luego de evitar que la apedrearan: “Vete y no peques más”. Y fue santa.

Y seguimos leyendo la Exhortación: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, la clase media de la santidad”.

Usted, padre o madre de familia, ¿no se siente identificado con estas palabras? ¿No le parece que el Papa le habla al oído, diciéndole que la santidad está dentro de usted, y que la puede vivir íntegramente en su casa, en su trabajo, y en las actividades nobles de cada día? Le recomendamos que lea la Exhortación Apostólica “Gaudete et Exultate” del Santo Padre Francisco.

Saludos,                                                                                  

Departamento de Familia