Ayer 2 de octubre, celebramos otro aniversario, de la fundación del Opus Dei.
Cada día doy gracias a Dios, por haberme hecho conocer a la Obra. Aprendí, y aprendo cada día, a ir por la vida dentro mis circunstancias particulares, con Dios, por Dios y para Dios; intentando imitarle; mirando al prójimo con misericordia. Con mucha certeza les digo, que no hay mejor forma de vivir, que dentro del Opus Dei. Gracias San Josemaría.
He aprendido dentro de la Obra, que mi trabajo está dedicado a Dios. Y que todos los que trato, son la imagen de Jesucristo. En el Opus Dei, se vive con naturalidad y alegría.
El Prelado del Opus Dei, Monseñor Fernando Ocáriz, nos decía el 8 de diciembre de 2020, que teníamos que ilusionarnos más con la vocación. Además, como fruto de la gracia de Dios, y de nuestro alegre testimonio de vida, nos comentaba que teníamos que lograr que hubiera más personas que descubrieran el atractivo de seguir al Señor, en el Opus Dei.
El Opus Dei no es una institución más de la Iglesia; es una verdadera familia. Lo que la Obra quiere, es servir a la Iglesia.
Todos los días, tratamos de santificar nuestra vida: en el trabajo; en nuestro hogar; sabiendo llevar con serenidad, las contrariedades de la jornada; las enfermedades, pero también las alegrías que se nos presentan cada día.
La Obra de Dios… Opus Dei. Una de las maravillas que el Señor ha puesto en mi vida, junto con mi esposa, mis hijos, el Colegio, con esa bendición que representan mis compañeros, alumnos y padres de familia.
Gracias Señor, por tan lindos regalos.
Saludos,
Departamento de Familia