El partido que no podemos perder

El expresidente de la República, Doctor Gustavo Noboa Bejarano, dio una charla en el auditorio de nuestro colegio a los alumnos de segundo y tercero de Bachillerato.

En esta charla, el abogado de 79 años de edad, destacó la importancia de la fe y de tener una buena relación con Dios, pero también fue más allá. Mostró sus dotes de educador de primer nivel al plantear la vida como un partido de fútbol: “el único partido que no podemos perder”.

Habló de 22 valores esenciales para “ganar este partido” y “jugar en la cancha de la vida”, creando una gran metáfora entre un cotejo de fútbol (algo con lo que casi todo ecuatoriano se identifica) y la vida en sí, y el gran éxito que podemos llegar a tener si seguimos las previamente mencionadas virtudes.

Tampoco se olvidó de utilizar su experiencia para guiar académicamente a los próximos a graduarse, aclarando su mente en el tema de la universidad y la importancia de la elección de la carrera, quitando un poco el peso de sus hombros y recordándoles que nunca es tarde para encontrar la verdadera vocación.

Hizo hincapié en que los jóvenes no somos el futuro de la Patria (como muchos suelen decir erróneamente), sino el presente; los siguientes gobernantes y líderes, los encargados de sacar al país adelante. Para esto, el también ex-rector de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, indicó que es necesario tener bien claros los valores y las prioridades.

Habló de cómo no debemos “jugar en la cancha de la muerte” al no dejarnos llevar por los vicios o al buscar siempre el bien propio.

Personalmente, me pareció impresionante la facilidad del Doctor Noboa para conectarse y llegar a los alumnos. Aun teniendo más de sesenta años de diferencia con la audiencia, consiguió sacar varias sonrisas e hizo sentirnos identificados con su mensaje.

Encuentro muy destacable cómo una persona con tantos logros, tanto académicos como personales, tiene la humildad y la vocación para aceptar compartir su tiempo con nuestro colegio, siendo su único objetivo e interés el tratar de ser influyente para los chicos y orientarlos hacia una vida correcta y en la constante búsqueda de la felicidad, la virtud y, por consiguiente, Dios.

El Doctor Gustavo Noboa Bejarano pasó del Palacio de Carondelet al auditorio del Torremar con una sonrisa “de oreja a oreja”, pues asegura que para eso lo trajo Dios al mundo: para ayudar a los jóvenes a vivir una vida plena y llena de Él y, sobre todo, para iluminarlos mediante el uso de un lenguaje coloquial, a fin de apoyarlos a encontrar su propósito en la vida, ¡y qué bien que lo está haciendo!

 

Pedro Valverde Ch.
Segundo de Bachillerato
Club de Periodismo y Debate