Encontrarnos con María

¿Se imagina lo hermoso, maravilloso, extraordinario que va a ser, encontrarse con la Virgen María? No como la hemos visto en cuadros, afiches o esculturas, ¡sino realmente en carne y hueso, tal como es!

Nos daremos cuenta que lo que nos imaginamos de Ella quedó corto, muy corto. Su rostro; su sonrisa encantadora; su voz que nos llama por nuestro propio nombre; sus brazos que nos abrazan y nos permiten sentir el calor, que sólo nuestra Virgen Santísima puede dar.

Saber que estaremos en un lugar donde el tiempo no existe, y donde podremos charlar de todo…, nada menos…, que con la Madre de Jesús. Estaremos con Ella en el Cielo, rodeado de hermosas flores jamás vistas; colores que no conocemos; perfumes que no hemos percibido en nuestro mundo.

Y luego, nos mostrará su palacio; lleno de tantas maravillas. Y allí recién comprenderemos las palabras del Apóstol Pablo cuando dijo: Ni ojo vio, ni oído oyó, ni por mente humana han pasado, las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman.

Se aproxima el mes de mayo, dedicado a la Virgen. Desde ahora, prepare un pequeño programa de lo que puede hacer en esos días: Rezar el Rosario; las 3 Avemarías antes de acostarse; el Ángelus; ir con amigos a rezarle a una Ermita; repetir Jaculatorias dedicadas a Ella…, o simplemente, mirarla cuando entramos a un lugar donde haya un cuadro dedicado a María.

El 2 de mayo cumpliremos 12 años, de enviar los Lunes de Familia. El de hoy, es el número 600…, dedicado a la Virgen María…, y también a todos ustedes.

Saludos,

Departamento de Familia