Energía en lugar de vertederos

El primer digestor anaerobio (generador de energía alternativa) fue desarrollado en Bombay, India, en 1859 por una colonia de leprosos que, aun con la exclusión y el estigma, con sus pocos recursos innovaron creando una nueva opción de energía eco-amigable para el mundo.

En países como USA, Colombia y el Reino Unido, hay granjas que generan energía para abastecerse a sí mismas y a otras. Gracias al digestor anaerobio los excrementos y los restos de comida se transforman en electricidad y calor en vez de acumularse en un vertedero.

El biodigestor es un sistema sencillo de implementar y es necesario especialmente en zonas rurales aisladas, en donde se logra resolver el problema energético y de residuos, tanto humanos como animales, además de procesar las sobras de comida que -de otra forma- se irían a un vertedero.

Debido su potencial e importancia se creó en el Reino Unido la Asociación de Recursos Biológicos y Digestión Anaeróbica (ADBA). Charlotte Morton, jefa ejecutiva de ADBA, dijo: “Mientras las energías renovables intermitentes, como la eólica y solar, suministran más de nuestra electricidad, la digestión anaeróbica complementa su producción mediante la generación de carga de baja emisión de carbono o energía gestionable, ayudando a asegurar que se satisfagan los picos de demanda”.

“Solo la producción de biogás podría satisfacer el 30% de la demanda de gas doméstico del Reino Unido. Esto podría mejorar la seguridad energética del país”, afirmó Andrew Watkin, jefe de Energía y Asuntos Marinos de la firma británica Carter Jonas, al sitio web Blue & Green Tomorrow.

Ecuador bien podría implementar o incentivar este sistema para aprovechar sus beneficios siguiendo el ejemplo de los países que lo practican. Los principales beneficios económicos que obtendríamos serían reducir nuestra dependencia del petróleo y desarrollar la energía alternativa en sectores vulnerables, lo que representaría una reducción de recursos estatales destinados al tema energético.

Con energía anaerobia, principalmente el sector agricultor se beneficiaría al reducir sus gastos en maquinaria y equipos, al tiempo que evitaría el desperdicio de su producción.

 

Sebastián Balda
Tercero de bachillerato
Club de Periodismo y Debate