No olvidemos que una familia es un equipo: el mejor de todos, y nosotros somos parte de él. Nuestra participación es importante; nuestro equipo nos necesita.
Debemos realizar muchos actos de orden, para que todos podamos aprovechar bien el tiempo; actos de generosidad, que nos enseñen a abrir el corazón; actos de responsabilidad, que nos permitan ser buenos profesionales, y cumplidores con lo que nos encomiendan; actos de sinceridad, para ser personas dignas de confianza; actos de alegría, que iluminen nuestro hogar y creen un ambiente donde siempre se quiera estar; actos de misericordia, perdonando y comprendiendo los errores de los demás; actos de fortaleza, para resistir las dificultades que se nos presenten, y luchar por vencerlas.
Vale la pena todo nuestro esfuerzo, pues este equipo…, es para toda la vida.
Saludos,
Departamento de Familia