Una de las reacciones químicas más comunes es la oxidación. Ocurre cuando ciertos metales interaccionan con el oxígeno presente en el aire.
Teniendo como meta comprender por qué algunos metales se oxidan más rápido que otros, los estudiantes de primero de bachillerato estudiaron la configuración electrónica de muestras de oro, magnesio y sodio.
Con la guía de los profesores Víctor Movilla y Roberto Villamar, los alumnos analizaron el comportamiento de las muestras frente a cambios de concentración de oxígeno, temperatura y humedad, así como también las reacciones de oxidación y reducción provocadas por dichas alteraciones.
A partir de los óxidos formados, sintetizaron bases o hidróxidos cuya presencia constataron por medio de pruebas de pH e indicadores ácido-base.
Cuando algunos metales entran en contacto con el agua, el aire o altas temperaturas, sus electrones salen volando de la superficie de sus átomos y se oxidan. Tal es el caso del sodio y el magnesio. En cambio, otros metales como el oro, tienen una configuración electrónica más estable que no permite que sus electrones se pierdan fácilmente y, por ende, no se oxiden, algo que hace muy valioso a este metal.