La familia es la primera escuela de piedad, allí descubrimos a Dios y aprendemos nuestras primeras oraciones. Los padres son responsables de cuidar y alimentar la fe que sus hijos recibieron en el Bautismo. La semilla de la fe va creciendo, cuando dentro de casa, se experimenta el amor de Dios: a través del amor que se expresan unos a otros, en la forma que sobrellevan las dificultades, cuando rezan juntos y viven los sacramentos.
El colegio los apoya en esta tarea, a través de sus clases de Religión, ofreciendo el día en la oración de la mañana, saludando a María en el Ángelus, teniendo la posibilidad de acercarse a la Confesión y dirección espiritual, recibiendo a Jesús en la Santa Eucaristía y otros medios que ayudan a sus hijos a cultivar su vida interior y fortalecerlos para seguir por el buen camino.
Con el miércoles de ceniza se inicia el tiempo de cuaresma. Preparémonos para conmemorar la Pasión de Jesús, viviendo cuarenta días de gracia con un espíritu de conversión y penitencia. ¿Cómo queremos que nuestra familia viva estos días? Quizá tenemos ya planeadas las vacaciones, con viajes y actividades recreativas, y eso es bueno, pero no nos olvidemos que lo más importante, es que Dios sea siempre el centro de nuestros hogares.
Este miércoles, a través del ayuno y la abstinencia, la Iglesia nos invita a acercarnos más a Dios con un corazón arrepentido, dispuesto a dejarse transformar por su infinito amor.
Saludos,
Departamento de Familia