La Trinidad y la unidad

Dios es Uno y Trino: un solo Dios, pero tres Personas distintas: Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Esto nos enseña el Credo, y es una verdad de fe. Todas juntas actúan, han creado, y mantienen con vida a la humanidad. La Trinidad es una familia unida. Una Santa Familia divina.

Qué lección nos dan, especialmente en esta pandemia. Y es que así como la Trinidad, nosotros debemos vivir estos días en que permanecemos juntos. Que la unidad no falte. Que la paciencia de unos con otros no escasee. Que la comprensión entre todos los que formamos la familia, se encuentre presente todos los días.

No enojarnos por cosas pequeñas; contener algún grito destemplado que podría salir de nuestra boca; contar no sólo hasta diez, sino hasta veinte, cuando pudiera salir de nosotros alguna ofensa que hiera la susceptibilidad de los miembros de nuestro hogar.

La familia que reza unida, permanece unida. Es un mensaje permanente que hemos de poner en práctica, en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir. Preguntémonos todos los días, si hemos avanzado en esta parte tan importante de nuestra existencia. ¿Cómo estamos viviendo, al interior de nuestros hogares, las prácticas de piedad?

¿Participamos de la Misa, especialmente la dominical, todos los miembros de la familia? ¿Hacemos una Visita al Santísimo, en los momentos en que está presente, en vivo, la imagen de un Sagrario? ¿Tratamos de hacer un momento de Oración -en la medida que podamos- en alguna parte de nuestra casa, que se preste para realizarla en silencio? ¿Hemos conseguido que la familia, rece junta el Santo Rosario?

Mantenernos unidos. Juntos por la Oración. He aquí nuestra consigna durante esta época. Unidos y amándonos los unos a los otros. Jesús lo dijo cuando le preguntaron: «Maestro, ¿cuál es el principal Mandamiento de la Ley? Él le respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos Mandamientos pende toda la Ley y los profetas».

Saludos,

Departamento de Familia