La Virgen de Fátima

El 13 de mayo de 1917, tres niños llamados Lucía de Jesús, de 10 años y sus primos, Francisco y Jacinta Marto, de 9 y 7 años, cuidaban un pequeño rebaño en Cova da Iría, Parroquia de Fátima, Municipio de Vila Nova de Ourém, hoy Diócesis de Leiría-Fátima.

Alrededor del mediodía, después de haber rezado el rosario, como habitualmente hacían, mientras se entretenían en construir una pequeña casa de piedras sueltas, en el mismo local donde hoy se encuentra situada la Basílica, de repente vieron una luz brillante; pensando que era un relámpago decidieron marcharse, pero un poquito más abajo otro relámpago iluminó el espacio y vieron encima de una pequeña encina, donde se encuentra ahora la Capilla (Capelinha) de las apariciones, una “Señora más brillante que el sol”; de sus manos pendía un rosario blanco.

La Señora dijo a los tres pastorcitos que era necesario rezar mucho y los invitó a volver a Cova da Iría durante otros cinco meses consecutivos, en los días 13 a la misma hora. Los niños así lo hicieron y en los días 13 de junio, julio, septiembre y octubre, la Señora volvió a aparecérseles en Cova da Iría.

San Josemaría fue por primera vez a Fátima el 6 de febrero de 1945; decía que “había sido la Virgen Santísima la que le había abierto las puertas de Portugal”. Efectivamente, fue por petición de sor Lucia, que en esta época vivía en Tuy, por lo que viajó a Portugal y también a Fátima, en febrero de 1945, aunque no estaba en sus planes esta visita. Volvió otras veces a este santuario mariano, empujado por su gran amor a la Virgen.

El 9 de mayo de 1967, fue su octava visita. Se celebraba en ese año, el 13 de mayo, el 50 aniversario de las apariciones de la Virgen en Fátima, y el Santo Padre Pablo VI presidiría las celebraciones. La Iglesia pasaba por una época difícil, y san Josemaría rezaba incesantemente por la solución de los problemas, acudiendo a la intercesión de María. Salió de Roma en un viaje penitente y de oración. Llegó al Santuario mariano de Lourdes, el 22 de abril. Allí invocó el auxilio y la protección de nuestra Señora. Camino a Fátima, cruzó España y se encontró con fieles, cooperadores del Opus Dei, y otras muchas personas, en tertulias familiares, en distintas ciudades.

San Josemaría volvería por última vez a implorar la intercesión de la Virgen en el Santuario de Fátima, en 1972.

Saludos,

Departamento de Familia