Algunas personas quisieran viajar por lugares que contengan maravillosos paisajes, o donde se sienta un clima agradable. Hay quienes manifiestan que serían felices, si tuvieran recursos que les permitan tener ciertos bienes. Y otros que quisieran que el tiempo volviera atrás, para enmendar los errores, y así alcanzar la felicidad.
Pero quizá esas personas están olvidando, que la felicidad se construye sobre las pequeñas cosas de cada día. Dar un beso a su esposa o esposo, sin que exista algo especial para hacerlo. Tomarse de las manos cuando van caminando. Sentir el contacto con los hijos cargándolos, abrazándolos, o conversando con ellos. Acabando bien el trabajo de cada día. Estando siempre alegres, para hacer felices a los demás.
Hoy, por ejemplo. Si usted no es muy demostrativo del afecto que le tiene a su esposa, dele una sorpresa …, por San Valentín. Seguro que ella se sorprenderá, y será como un retomar detalles, que había olvidado.
Disfrute con las pequeñas cosas de cada día. Cada instante de este lunes, o de cualquier día de la semana, debe de vivirlo como si fuera el último día de su vida, es decir, tratando de ser mejor, con cada acto que usted haga. Piense que…, el solo hecho de respirar, debería ser suficiente para que se dibuje en su rostro una sonrisa de oreja a oreja.
Vamos…, no necesita volar a otro continente para ser feliz. Disfrute de su hogar, de su familia, de sus amigos…, de sus seres queridos.
Saludos,
Departamento de Familia