Luz que ilumine a los demás

“Que tu vida no sea una vida estéril. -Sé útil. -Deja poso. -Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor. Borra, con tu vida de apóstol, la señal viscosa y sucia que dejaron los sembradores impuros del odio. -Y enciende todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo que llevas en el corazón”.

Qué gran lección de vida para todos nosotros, especialmente para nuestros hijos. La frase es de San Josemaría, y aparece en el primer punto de su libro, Camino. Valdría la pena que los más jóvenes, pudieran escucharla y leerla.

Sería conveniente por lo tanto, que en estos días de vacaciones, nuestros hijos pudieran alimentar su mente, con lecturas que tengan un contenido espiritual. Sólo unos minutos al día. De hacerlo, qué gran cantidad de formación habrán adquirido, en estas semanas que faltan para que comience otro año lectivo.

Nuestros hijos tienen que transformar el mundo. Cada uno con la misión que Dios le ha encargado, de acuerdo con los talentos que les ha regalado. Y a todos les pide entrega. No los ayuda en nada, que les demos todo lo que desean; sino que reciban lo que estrictamente necesitan para satisfacer sus necesidades. Así aprenderán a no derrochar, y a ser solidarios con los demás.

¿Cómo queremos que nuestros hijos sean recordados? Otra vez traemos un pensamiento de San Josemaría: “Crécete ante los obstáculos. -La gracia del Señor no te ha de faltar: “inter medium montium pertransibunt aquae!” – pasarás a través de los montes! ¿Qué importa que de momento hayas de recortar tu actividad si luego, como muelle que fue comprimido, llegarás sin comparación más lejos que nunca soñaste?”.

Estos consejos valen también para los padres: tanto para aquellos que tienen hijos pequeños, como para quienes piensan que han fracasado en la formación de sus hijos adolescentes. No perdamos nunca la esperanza.

Nunca es tarde,… mientras los hijos vivan bajo nuestro mismo techo.

Saludos,

Departamento de Familia