Fue el sábado. La escoba, el martillo, las máquinas para regar y cortar el césped, la brocha para pintar, las escaleras metálicas para llevarlas a donde se necesita una reparación, en fin,… Todo lo que se requiere para arreglar y dar vida a la parte material del Colegio, quedó a un lado. Nos fuimos de Convivencia con el Personal de Mantenimiento.
Las manos que se mueven toda la jornada, descansaron. Su trabajo fue sustituido por juegos, bromas, sabrosos platos para deleitar el paladar, el mar que estuvo a la temperatura ideal para bañarse, día radiante,… un clima propicio para cambiar de actividad.
Estuvimos: Wellington, Jaime, Ricardo, Rodolfo, Benito, Hólger, Juanelo, Ángel, Kevin, Enrique, Joffre, Simón, acompañados de Marco Antonio, Xavier, y Mario. Todos disfrutamos de otra reunión más, llena de confraternidad, alegría y diversión.
Hoy volvieron a su labor habitual: la de tenernos al Colegio funcionando; bien arreglado y agradable a la vista. El Señor conoce su labor diaria, que tiene una gran trascendencia, pues también se constituye en ejemplo para nuestros estudiantes, que los ven trabajar arduamente, para ganarse el pan, con el sudor de su frente.
Saludos,
Departamento de Familia