La oración es de suma importancia en la vida de todo ser humano. San Lucas nos lo expresa en el Evangelio, refiriéndose a Jesús: “Él se retiraba a lugares apartados y hacía oración”. Y afirmaba también que: “estaba haciendo oración en cierto lugar. Y cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos”.
Es una verdad comprobada que la familia que reza unida, permanece unida. San Josemaría comentaba de la oración: “¡Cómo enamoró a los primeros discípulos la figura de Cristo orante! Después de contemplar esa constante actitud del Maestro, le preguntaron: Domine, doce nos orare: Señor enséñanos a orar así”.
Desde la mañana a la noche, nuestra vida debe ser una continua conversación con el Señor, aún dentro del trabajo; porque un trabajo bien realizado se convierte también en oración. “Por la mañana pienso en ti; y, por la tarde, se dirige hacia ti mi oración como el incienso. Toda la jornada puede ser tiempo de oración: de la noche a la mañana y de la mañana a la noche. Más aún: como nos recuerda la Escritura Santa, también el sueño debe ser oración”. (Es Cristo que pasa, 119).
En: “Es Cristo que pasa”, n. 144, San Josemaría expresaba: “¿Cómo es posible darnos cuenta de eso, advertir que Dios nos ama, y no volvernos también nosotros locos de amor? (…). Nuestra vida se convierte así en una continua oración, en un buen humor y en una paz que nunca se acaban, en un acto de acción de gracias desgranado a través de las horas”.
En Los Hechos de los Apóstoles, se nos manifiesta: “orad sin interrupción”; y a los de Éfeso: “orando en todo tiempo movidos por el Espíritu”. El mismo San Pablo nos da ejemplo, cuando dice que reza constantemente por los suyos noche y día, sin cesar.
Que este sea nuestro propósito concreto en el nuevo año lectivo: no apartarnos nunca de la oración. No dejar la Misa de los domingos. Acercarnos más a los sacramentos. Esto se constituye en una barrera protectora para todos los males que buscan afectar a nuestro hogar.
Saludos,
Departamento de Familia