Su imagen dio la vuelta al mundo en solo segundos cuando las cámaras del estadio Arena da Baixada de Curitiba lo captaron festejando con euforia el primer gol de Ecuador ante Honduras. Golpearse el pecho con el puño y tomar el escudo de la camiseta para después besarlo fue la representación más clara del sentimiento de todo un país.
Ecuador mantiene abierta la posibilidad de pasar a octavos. La imagen se difundió en Twitter, Facebook e incluso en varias cadenas deportivas internacionales lo repiten hasta hoy.
Su nombre: Mateo Sigüenza Alvarado y es guayaquileño. Con 10 años, cursa el quinto de básica en el colegio Torremar y aunque nadie lo sabe cumplió en Brasil un sueño que esperaba con ansias hace dos años cuando su padre le prometió llevarlo a ver a su “Ecuador del alma”. Emelecista por afición, pero amante de las ligas europeas, Mateo estuvo 10 días en Brasil. Viajó el pasado 13 de junio con sus padres, Kléber y Margarita, y dentro del itinerario contemplaba asistir solo a tres partidos: los dos primeros de Ecuador −ante Suiza y Honduras− y algún otro internacional, ya que era imposible postergar más las clases en el colegio.
El Periplo. En el primer cotejo, el 15 de junio, la Tricolor perdió 2−1. La mamá de Mateo cuenta que el menor se puso triste, pero repetía que la esperanza era el cotejo ante Honduras, y no falló. Ese día, el viernes pasado, el niño tenía en el estadio Arena da Baixada asignados los boletos en medio de la barra de Honduras; sin embargo, 10 minutos después decidió bajar tres filas, justo delante de una de las decenas de cámaras que pasaban sobrevolando el escenario captando a los hinchas. Aunque Honduras abrió el marcador, más tarde Enner Valencia ratificó que no todo estaba perdido, fue entonces que Mateo gritó con euforia mirando fijamente a la cámara.
Les respondía a todos los hondureños que antes le habían gritado en la cara, de ahí su expresión de ‘furia’. La imagen se reflejó en las pantallas gigantes del estadio mundialista y a través de la señal a nivel mundial. Solo en YouTube la toma del vídeo, que no rebasa los seis segundos de duración, tenía hasta ayer más de 7.800 visitas. Cuenta la mamá que cuando llegó al lugar donde se hospedaban su celular tenía más de 250 mensajes, todos con el mismo tema: a Mateo lo habían visto en todo el mundo. “Fue increíble. Hasta hoy −ayer− (cuatro días después), recién pude terminar de responderles a todos los que me escribieron”. Y es que en Twitter el tema fue tendencia. Se hicieron ‘memes’ (montajes) con la expresión del niño donde se le escribía de inspiración para la Tri. El momento de dejar Brasil llegó.
Mateo se fue del Mundial casi en contra de su voluntad, ya que su padre se quedó con sus tíos y primos, y él volvió con su madre que tiene 5 meses de gestación. El lunes pasado, cuando regresó al país, retomó sus estudios; era la estrella del aula. Todos le dijeron que lo habían visto por televisión y que él fue el amuleto. Hoy la hora de salida de Mateo del colegio se adelantó; verá el cotejo desde casa. Está seguro de que volverá a besar su camiseta.
Christian Flores Hinostroza − [email protected] − Guayaquil
Fuente: Diario Expreso