Reconciliación

Palabra muchas veces difícil, porque la situación por la que se pasa es complicada, y porque las personas que están inmiscuidas en el problema, no están dispuestas a ceder. El perdón se lo siente lejos; los momentos de felicidad compartidos por los afectados se han borrado.

El Redentor y Reconciliador de los hombres es Jesús. Dios tuvo compasión de los hombres y prometió un Redentor que nos reconciliaría, curando las rupturas causadas por el pecado original.

Cuando sintamos que nuestro espíritu se perturba por algunos conflictos que amenacen con desestabilizar la armonía familiar, busquemos al Reconciliador por excelencia, a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Aquel que adquirió nuestra humanidad para entender nuestros problemas y preocupaciones.

San Josemaría, en una tertulia en Buenos Aires, a propósito del tema, dijo: “¡Quereos de verdad! Y como os aconsejo siempre: marido y mujer: ¡pocas riñas! ¡Más vale no enredar con la felicidad! Ceded vosotras un poquito… él cederá también.

Luego, delante de los hijos, no riñáis jamás: ¡que los ni­ños se fijan en todo!, ¡que los niños forman enseguida su juicio…! No saben que San Pablo ha escrito: qui iudicat Dominus est!, que es el Señor el que juzga.

Y ellos se erigen en señores, aun­que tengan tres o cuatro años, y piensan: mamá es mala, o papá es malo… ¡Es un lío feroz, pobres criaturas, qué tragedia! No hagáis esa tragedia en los corazones de vuestros hijos.

Esperad un poquito, tened paciencia y… ¡ya reñiréis! Cuando el chico esté dormido reñís -concluyó, sonriendo- pero poquito, sabiendo que… no tenéis razón. Ya se os ha pasado el enfado y aquel de los dos que cree que tiene razón, le tiene que decir al otro: perdóname, porque verdaderamente soy impa­ciente, y te quiero con toda mi alma… Y os dais un buen abrazo, y hacéis las paces: ¡unas paces muy sabrosas!”.

Que las dificultades que pasemos en el hogar, no permitan que nos distanciemos. Que la reconciliación esté a flor de piel;… que el perdón esté presente siempre en nuestros corazones.

Saludos,                                                                                  

Departamento de Familia