HIMNO TORREMAR

Años atrás se propuso un concurso para dotar de un himno al colegio al que debían participar únicamente los profesores del colegio.

Así durante las horas de reflexión y descanso en un retiro anual en Albarrada, el Lcdo. Esteban Quintana plasmó sobre el papel, sus sentimientos de afecto hacia el colegio.

El himno cuenta con un coro y cuatro estrofas, diseñado con cuartetos con versos de arte mayor en los que se exalta la labor educativa de la institución. A lo largo de las estrofas se puede apreciar la proyección del colegio hacia el cultivo de las virtudes humanas, la profunda convicción cristiana que nos caracteriza y la exigencia académica que procuramos inculcar en nuestros alumnos. La composición guarda las características literarias propias de un himno, sobretodo en cuanto a la métrica y la ubicación de los acentos, de tal forma que ayudan al aire marcial que corresponde. Con la supervisión del Padre José Giner y la aprobación de los miembros del Consejo Directivo se oficializó la letra del himno al colegio cuya música fue compuesta posteriormente por el Prof. Gabriel Guevara Rodríguez.

Himno

Letra: Lcdo. Esteban Quintana Rendón.

Música: Lcdo. Gabriel Guevara Rodríguez.

Coro

¡Salve y Gloria! Adalid de la Ciencia:
Torremar, cuna insigne de honor,
saludamos tu digna existencia
con un canto de orgullo y valor.

I

Son tus aulas la luz del mañana
que el maestro con fe y decisión
va encendiendo con límpida flama
de los hombres en el corazón.

II

Por senderos de sabiduría,
reciedumbre y solidaridad
caminamos llenos de alegría
en la búsqueda de la verdad.

III

Del deporte en los campos fraternos,
en las lides del noble saber,
no habrá nunca quien pueda vencernos
sin luchar y el aliento perder.

IV

Torremar, mi Colegio: ¡Adelante!
horizontes de luz y amistad
vas dejando en estela brillante
para germen de nuestra heredad.

Escudo

LEMA:

DUC IN ALTUM“. Frase bíblica: “Lánzate hacia adentro, hacia lo profundo de los mares”. No nos queremos quedar en la orilla, en la cobarde seguridad de la medianía, sino en la senda audaz de lo ignoto, en la valentía por navegar hacia nuevos y aventurados océanos.

TORRE:

Es la elevación de un vigía que avizora los tiempos futuros y puede advertir -con visión profética superior- por donde dirigir el rumbo cierto. (También es un elemento del escudo de Guayaquil).

ESTRELLAS:

Miramos siempre hacia lo alto, incluso cuando navegamos y encontramos un cielo azul en donde cada uno encuentra su estrella. Son tres porque la triangulación nos da una ruta certera.

OLAS:

Porque estamos decididos a navegar por donde sea preciso, aunque sean aguas inquietas y procelosas. (También porque nuestra hermosa ciudad está junto al mar).

LIBRO:

Es ya clásico: estudio, labor intelectual, sin la cual es difícil explicar el sentido de un buen Colegio, que ha de formar a los jóvenes en las lides del pensamiento.