Su esfuerzo…

…Permanente, silencioso, callado. Sin que nadie lo note, sin que nadie se de cuenta. Pero hay quienes lo ven día y noche, y no se pierden un detalle de su vida: su esposa, su esposo, sus hijos. 

Ese trabajo constante, ordenado, sacrificado, sí es valorado por quienes lo quieren. Ellos saben que usted verdaderamente se preocupa por su bienestar; porque no les falte lo indispensable para vivir dignamente. Y ese ejemplo, es el motor que hace funcionar la disposición que tiene su familia, para realizar muy bien las actividades de la jornada. 

Allí vemos el empeño de sus hijos por el estudio; el de su esposa por mantener la casa limpia y ordenada; de la esposa o el esposo por cumplir acertadamente con el encargo encomendado por quien dirige su labor en la empresa donde trabajan. 

Vale la pena su esfuerzo. No baje los brazos, y cuando sienta que su cuerpo no da más, descanse. Revise cuántas horas dedica a dormir por la noche, y no le quite ese tiempo a los momentos en que usted puede recuperar las fuerzas, para seguir en una tarea que tal vez sólo usted la puede realizar. 

Su esfuerzo, tenga la seguridad,… será recompensado.

Saludos,                                                                                  

Departamento de Familia