Todo se puede

San Josemaría, en el punto 855 de Surco, escribe que… Aunque todo se hunda y se acabe, aunque los acontecimientos sucedan al revés de lo previsto, con tremenda adversidad, nada se gana turbándose. Además, recuerda la oración confiada del profeta: “el Señor es nuestro Juez, el Señor es nuestro Legislador, el Señor es nuestro Rey;  Él es quien nos ha de salvar”.

Y es así. Cuántas veces estamos apremiados por una serie de problemas de toda índole: familiares, económicos, en el trabajo, en nuestro entorno… Cada día nos plantea un reto, que debemos superarlo. Algunas veces estará en nosotros hacerlo, poniendo más esfuerzo, atención y dedicación. Otras veces, las situaciones adversas nos superan. Los obstáculos son tan grandes, que no los podemos vencer con nuestras fuerzas.

Es en esos momentos, cuando la Providencia divina interviene. Y junto a Ella, nuestra Madre, que nos mira con cariño y preocupación. Ella no se desentiende de nuestras angustias. Está pidiendo también: al Padre, a su Hijo, y al Espíritu Santo. Ella es la Reina del Cielo, que todo lo puede delante de Dios.

En el punto 874, del mismo libro, Surco, escribe: “Santa María es –así la invoca la Iglesia- la Reina de la paz. Por eso, cuando se alborota tu alma, el ambiente familiar o el profesional, la convivencia en la sociedad o entre los pueblos, no ceses de aclamarla con ese título: “Regina pacis, ora pro nobis!” –Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! ¿Has probado, al menos, cuando pierdes la tranquilidad?… –Te sorprenderás de su inmediata eficacia.

Saludos,

Departamento de Familia