Un sonido que emociona

Desde Polonia, Ecuador recibió un símbolo provida especial: la campana “La Voz de los No Nacidos”, que busca despertar las conciencias sobre la importancia de la vida, e incentivar la defensa de los niños por nacer en el país.

Las campanas suenan repetidamente en señal de fiesta o regocijo. “Hoy he bendecido las campanas, que llevan el nombre: “La Voz de los No Nacidos”. Que sean para todos un signo de compromiso a favor de la defensa de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural. Que anuncie al mundo el Evangelio de la Vida; despierte las conciencias, y la memoria de los no nacidos”, dijo el Papa Francisco.

Anunciar, despertar y recordar; he aquí la gran misión del sonido de la campana.

Es absurdo por eso, que se regatee hasta qué semana es lícito abortar, sabiendo que en cualquier fase de la gestación en que se practique, muere un ser humano.

He aquí la gran tentación del hombre: declararse creador de sí mismo y de cuanto existe, y ser capaz de fabricarse sus nuevos becerros de oro, llámense el dinero, el poder, la fama, la ciencia, la ley, la política; dioses que se creen con el derecho de decidir quien vive y quien muere.

La Campana de la Vida llegó a Guayaquil. Que su sonido despierte nuestras conciencias y nuestro amor…, por la vida del no nacido.

Saludos,

Departamento de Familia