Seguro que cada uno de ustedes tiene su historia. Todas son diferentes. Las historias de amor comienzan y algunas terminan. Hoy quiero hablar sobre aquellas que perseveran, a través del tiempo y las pruebas.
El verdadero amor se va gestando cada día, se va perfeccionando con las pruebas. Los momentos difíciles son abono, que garantizan una buena cosecha.
Si está esperando, para comprar el mega regalo; si está esperando, tener tiempo para salir juntos; si está esperando, el momento oportuno; si está esperando, que el otro sea quien lo haga primero; si está esperando, que algo lo obligue a hacerlo…. se equivoca.
Las historias de amor para que crezcan, necesitan llenarse de pequeños detalles de cariño, gratitud, servicio, entrega…
Que nunca nos digan: por qué dejaste de abrazarme; por qué dejaste de mirarme; por qué dejaste de admirarme; por qué dejaste de pensar en mí…
Que nuestro “te amo” de cada día, se alimente de esos detalles y sean los que nos hagan perseverar, a través del tiempo y de las pruebas.
Saludos,
Departamento de Familia