El deporte y la solidaridad hicieron que la gran Familia Torremar viviera el sábado 25 de junio una jornada inolvidable durante la inauguración de los XXIII Juegos Deportivos Internos. Estudiantes, padres, madres y profesores disfrutaron de una mañana y tarde llenas de alegría, deporte, sano esparcimiento y mucha solidaridad.
La ceremonia inició con el ingreso de los equipos y sus respectivas madrinas, acompañados de pancartas, globos y disfraces, que arrancaron los aplausos de los centenares asistentes ubicados en la tribuna.
El abogado Jorge Coronel, director general del Torremar, dio la bienvenida al evento y declaró oficialmente inaugurados los Juegos Deportivo 2016, no sin antes resaltar el espíritu de caballerosidad y juego limpio que prima en nuestros deportistas en cada competición.
El encargado de portar la Tea Olímpica fue el alumno Antonio Barciona, quien estuvo escoltado por Alfredo Macías, Paolo Ginatta, Miguel Mendoza, Gian Franco Cavagnaro, José Correa, Antonio Noboa, Alfonso Jalil, Andrés Viteri, Mateo Sigüenza, Rafael Camacho, Ernesto Noboa, Mateo Larrea, Peter Olsen, Emilio Rodríguez, Emilio Arosemena, Ezequiel González y Ernesto Castro. La Promesa Deportiva fue tomada por el estudiante Fernando Cisneros.
Luego del acto inaugural se dio paso al deporte y el entretenimiento. Padres e hijos mostraron sus aptitudes en fútbol, básquet, béisbol, softbol, atletismo, ajedrez, karate y tenis de mesa.
Dentro de este gran marco, las madres de nuestro programa de Labor Social organizaron más de 20 stands con una gran variedad de comidas, que fueron degustadas por los asistentes. Los ingresos generados por las ventas de esta actividad fueron donados totalmente al proyecto Corazones Comprometidos, que apoya a los damnificados por el terremoto en Manabí.
A este ambiente familiar se sumaron actividades recreativas como el trencito, pintura de carteles, caritas pintadas, shows de magia, entre otros. Una banda musical integrada por alumnos, así como una exhibición a cargo de miembros del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, dieron también un condimento especial a esta jornada organizada para todas las edades.
Los exalumnos también se hicieron presentes. Dos representantes de la XIII Promoción entregaron al padre José Marroquín, rector de la Iglesia San Josemaría, una donación para el proyecto Corazones Comprometidos. Este agradeció por la solidaridad de la gran Familia Torremar.