Los Reyes Magos, ya partieron de sus tierras para acudir al encuentro con el rey de Israel. Semanas antes del Nacimiento del Hijo de Dios, ellos también son partícipes del Adviento. Dice el Evangelio que iban para adorarlo. Estaban conscientes de que se trataba de una persona muy especial.
No llegaron a tiempo, aunque están presentes en los pesebres que decoramos para la Navidad. Durante su trayecto, debieron conversar sobre este prodigio: ver a una estrella de impresionante luminosidad, que los guiaba hacia el sitio donde nacería Aquel personaje. Sin duda, el Espíritu Santo los sacaría de la comodidad del sitio donde vivían, para llevarlos a un lugar lejano.
Preguntémonos: ¿Cómo nos estamos preparando para la Navidad? Los Reyes Magos llegaron tarde al Nacimiento de Jesús, probablemente por las dificultades propias de un viaje tan largo. Pero, y nosotros, que no tenemos ese problema, ¿cómo estamos adecuando nuestro espíritu, para recibirlo?
Acerquémonos con arrepentimiento, pero también con alegría, al Sacramento de la Confesión. Esto nos ayudará a tener el alma limpia, para cuando lo recibamos en la Comunión, el día de Navidad.
Saludos,
Departamento de Familia