Tiempo de valorar… de agradecer… de empezar

Hoy, primer día de un nuevo año. Borrón y cuenta nueva, se dice. Pero ¿Será posible borrar todo lo vivido en este año que pasó?  Es probable que no. Seguro está lleno de recuerdos, de buenas y malas experiencias, de situaciones difíciles y otras tan lindas que quisiéramos volver a vivirlas.

Este año, puede ser mejor. Claro que sí. Independientemente de lo que hayamos pasado. Sin borrar lo anterior. Es más, valorando todo lo que pasó: lo que ganamos o perdimos; lo que hicimos bien o mal; lo que hicimos o dejamos de hacer. Todo tiene valor. Nada puede quedar fuera de esta lista, pues no tomarlo en cuenta no quiere decir que no ocurrieron. Allí están, marcando nuestras vidas, dándonos una lección, enseñándonos a vivir, haciéndonos más fuertes, más humildes.

Valorar y reconocer nos invita a agradecer. Nada pasa por casualidad, todo viene de la bondad de Dios.  Si algo perdimos, Dios nos invita a ver lo que todavía tenemos. Si nos equivocamos, nos enseña donde está el camino correcto. Si las cosas salieron bien, nos hace descubrir que no estamos solos, que tenemos quién nos apoye y celebre nuestros triunfos. Todo puede ser un puente hacia Dios.

Y con un corazón lleno de gratitud, estamos listos para empezar este nuevo año.  Nuestros proyectos tendrán el impulso de la fe en un Dios que nos ama con locura, que nos espera y quiere nuestra felicidad.

Pongamos en sus manos nuestras decisiones, pidámosle que nos ilumine para escoger el camino del bien, aunque sea el más difícil. Perseveremos en nuestros proyectos familiares, laborales y sobre todo los que tienen que ver con nuestra vida interior, pues allí está nuestra fuerza.

¡¡Feliz año 2024!!

Saludos,

Departamento de Familia